El veneno y la triaca se estrenó por vez primera en la celebración del Corpus Christi de Valencia del año 1644.
La protagonista de esta obra teatral es el personaje de la Infanta. Pedro Calderón de la Barca nos propone aquí una representación alegórica de la historia de la salvación del género humano a través de tres fases esenciales:
la inocencia en el paraíso,
la caída en el pecado original
y la redención de Cristo,
etapa que se alcanza través de la instauración de sacramentos como el de la Eucaristía.