Con El cetro de flores María del Pilar Sinués quiso legarle un libro a las y los adolescentes de su tiempo (mediados del siglo XIX), preocupada por las filosofías que pudieran convencerlos de una mirada cínica hacia la vida y los sentimientos.En las afueras de un castillo toledano, vecino a la ficticia aldea de San Simon, un viajero fatigado y misterioso se encuentra con Golondrina, una niña de once años que se inquieta al verlo semidormido y a la intemperie.La remoción de un pasado que se creía extinto les deparará cruces de caminos imprevistos a un rosario de personajes tensionados por formas del bien, que la autora siempre asocia al amor puro, y las del mal, vinculadas a la indolencia del dejarse vivir.-