En este segundo tomo de El alma enferma vemos las peripecias de Dolores, desengañada de su esposo y reconcentrando su vida hacia la maternidad, pero también tentándose con otros partidos.Se retoman también los hilos de la historia de Modesta y su enlace con Luciano, ciertamente más feliz, y de los otros personajes que habíamos dejado en el tomo I.Esta conclusión de la novela, atravesada por algunas advertencias morales, completa la parábola de dos amigas que se conocen desde la infancia y, aunque tienen desiguales temperamentos, están unidas por un afecto incondicional. -