Estamos ante un estudio riguroso y creativo de una obra mayor del siglo XX. No sólo se adentra en los entresijos de la escritura del novelista colombiano Gabriel García Márquez, sino que extrae de ella penetrantes iluminaciones para el presente. Su autora señala el hecho de que Cien años de soledad es la respuesta a la peste del olvido en tanto es un ejercicio de memoria.
La memoria que puede salvar a Macondo de la repetición de su destino es una labor hermenéutica de su pasado. Se trata de valorar su ser originario que es lo mestizo, lo negro o lo indígena. Lo que la modernidad desprecia por insignificante.
Reyes Mate, profesor de investigación en el CSIC, Madrid.