Utilizando los versos como puras y penetrantes pinceladas impresionistas, Adrián Benítez ha construido un poemario de metáforas desbordantes que se suman unas a otras para conformar un lienzo ilimitado. Porque, como su propio título indica, Transgresiones quiebra todo precepto para constituirse en una verdad que solo el género poético puede desvelar.
Disimulan encautados en corporación de vicios,
estornudan las obligaciones,
hartados están de frases que no resisten, mientras siguen esperando
el taxi de los sueños.