Un día al salir de la clínica en la que trabaja, Mireya se encuentra con un cachorrito abandonado. Mireya decide adoptarlo para su hija Lorena, que está enferma y no tiene apenas movilidad. La niña el perrito, al que le ponen el nombre de Mono, enseguida hacen buenas migas. Conforme Mono va creciendo, da muestras de ser un perro muy inteligente, hasta el punto de que el doctor Crispín, el jefe de Mireya, se empeña en comprobar las dotes del animal soltándolo en un bosque para ver si es capaz de regresar a casa junto a Lorena. Mono vivirá grandes aventuras donde se cruzará con personajes de todo tipo. -