Azahara se siente confundida en un mundo en el que parece que las ideologías son ambiguas y en el que los más poderosos abusan de su condición. La joven anda en busca de algún maestro o de algún ejemplo que le ayude a sentirse equilibrada, así que inicia una suerte de peregrinación para encontrar a esa persona que le ayude. En su recorrido, Azahara sufre, sonríe, se desilusiona y se ilusiona. Pero, sobre todo, mantiene muchos encuentros y conversaciones que le serán de gran valor para su futuro.-