En el ajedrez, el objetivo es el derrumbe del rey. En el juego chino de wei, en cambio, se busca el cerco estratégico que evita el conflicto directo. No es exagerado aplicar ese paralelismo a los modos en que los Estados Unidos y China, respectivamente, se posicionan en el conflicto de hegemonías que hoy los tiene como protagonistas, de cuya resolución dependerá en buena medida el mundo que habitaremos en el siglo XXI.
A pesar de la centralidad de esta disputa, Occidente permanece tercamente aferrado a estereotipos e ideas equivocadas cuando trata de interpretar las ambiciones políticas chinas.
En este libro, Osvaldo Rosales –experto en relaciones internacionales, investigador y conocedor de primera mano de los entretelones de la cultura política china– invita al lector a mirar a ese país sin prejuicios pero sin concesiones, y así entender que el "sueño chino" que orienta sus decisiones políticas y económicas desde hace al menos siete décadas representa un objetivo natural, un acto de justicia.
A partir de una mirada histórica larga, que explora la conformación de ese imaginario de grandeza global a través de los siglos, el autor despeja algunos de los prejuicios más extendidos sobre ese país. Describe, por ejemplo, que para los dirigentes chinos mantener la estabilidad social y política, y la unidad del partido y de la nación, son objetivos irrenunciables a los que se subordina cualquier política económica. Y que los notables avances en tecnologías, patentes e innovación hacen poco riguroso seguir pensando a China como un fabricante en serie de productos de bajo costo y escasa calidad.
Este libro –escrito por un latinoamericano, lo que agrega particular interés y cercanía para los lectores– devuelve la imagen de una China real, pragmática y compleja, que está diseñando también el futuro de nuestra región.