Marcos Ordoñez

"Gato Pérez no es ni quiso ser nunca un ensayo biográfico sesudo y académico. Es, en mi lejano recuerdo, un intento de retrato de un artista y, sin pretenderlo, de una época. Un libro conversacional, despeinado, en el que entrevistador y entrevistado, unidos por una especial sintonía, hablan de asuntos muy diversos, entre los cuales, por supuesto, la música tiene un papel determinante. La sintonía brotó una tarde de la primavera de 1978, cuando mi novia de entonces me hizo escuchar Viejos automóviles y tuve la maravillosa sensación de que aquella música estaba hecha para mí, y que me estaba esperando. Cosa de un año más tarde Gato volvió a oficiar, más felino de Cheshire que nunca, su rostro y su música flotando entre los pinos: en una de nuestras primeras salidas Pepita me llevó a escucharle, y aquella verbena inolvidable ella me salvó la vida, literalmente y en todos los sentidos. La sintonía no ha desaparecido: Gato sigue emitiendo, desde su séptimo cielo, en la misma vibrante y purísima longitud de onda. "De purísima y oro", como dicen los taurinos."
MARCOS ORDÓÑEZ"