En esta obra el Padre Isla nos presenta a fray Gerundio, una suerte de don Quijote eclesiástico a través del cual Isla pone de manifiesto los aspectos más ridículos de la predicación culterana de la época.En este quinto tomo se le encarga a Fray Gerundio un sermón de honras, para lo cual requiere la ayuda de su amigo Fray Blas. El sermón resulta un éxito hasta tal punto que Fray Gerundio recibe otro encargo grandioso.-