María va a borrar el punto que hay sobre la letra i en su nombre, porque en su lugar debe ir una tilde. Sin embargo, el punto en cuestión no está nada conforme. No quiere que lo borren. Así que salta desde el cuaderno y se escapa para vivir aventuras. Conforme va conociendo el mundo el punto se vuelve más y más grande, incluso lo confunden con una pelota. Vive hermosas experiencias, al igual que momentos duros, hasta que al final recuerda que los puntos también pueden vivir felices en los cuadernos de los niños.-