Durante la Cruzada Libertadora que da fin a la dominación extranjera sobre el territorio uruguayo, la apasionada relación entre Natalia Robledo y Luis María Berón entra en crisis. En el campamento, el destino hace que el expedicionario se cruce con la hermosa Jacinta Lunarejo, una criolla soldadera, arquetipo de mujer indómita, por quien siente de inmediato una atracción irrefrenable.En «Grito de gloria» (1893), Acevedo Díaz cuenta el desembarco de los «treinta y tres orientales» en la playa de Agraciada y las victorias contra las tropas brasileñas en Rincón y Sarandí.Continuación inmediata de «Nativa» (1890), esta novela es la tercera de la tetralogía iniciada con «Ismael» (1888), que tendrá su desenlace en «Lanza y sable» (1914).-