Bélgica es un pequeño país dividido en tres regiones: Flandes, Bruselas y Valonia. Flandes y Valonia (norte y sur de Bélgica) son dos territorios diferenciados por el dominio del idioma neerlandés en el primero de ellos, al norte, y el francés, al sur, en Valonia. Estos territorios están salpicados de algunas de las ciudades medievales más bellas de Europa, como Brujas, Gante, Amberes, Lieja, Charleroi, o la propia Bruselas, capital del país y también de Europa. En conjunto, Bélgica cuenta con un patrimonio artístico y religioso de primer nivel. Sus museos, iglesias, conventos milenarios y campanarios (32 con reconocimiento mundial), y los curiosísimos beguinajes flamencos –pequeños barrios religiosos liderados en su origen por mujeres- son algunos de tantos patrimonios de la humanidad con los que cuenta el país. Hay museos para todos los públicos, como el del cómic, con el indiscutible embajador mundial de los belgas, Tintín. Y centros dedicados a la historia, a las ciencias naturales, a las Bellas Artes y a artistas como Magritte o Van Gogh, al cacao, incluso a las patatas fritas…