En la gran disyunción entre una historiografía pragmática, analítica, racional y objetiva y una historia moral, simbólica, subjetiva y retórica, Livio pertenece a la segunda.
No está exenta la obra de Livio –no podía estarlo una empresa individual de tamaña envergadura– de algunos defectos y carencias. Adolece de ocasionales imprecisiones, a veces no contrasta fuentes diversas y se muestra parcial a favor de posiciones conservadoras. Aun así, constituye uno de los monumentos más impresionantes que se ha levantado a la memoria de un pueblo y de sus virtudes.
Este volumen narra la creciente supremacía romana sobre Cartago hasta el triunfo definitivo: fracasa la marcha de Aníbal sobre Roma, Escipión el Africano conquista Cartago Nova, Roma se hace de nuevo con Capua y Tarento y aniquila a Asdrúbal, expulsa a los cartagineses de la península Ibérica, Escipión desembarca en África y vence a Aníbal en Zama.