Vigga se ríe. «Debes poner la pestaña sobre tu pecho, y luego puedes pedir el deseo».Volteo los ojos. «¡Venga ya!»«Es así», dice Vigga. «Hay reglas para todos los deseos».Frida no cree en la magia de los deseos. Cuando pierde una pestaña, Vigga y Runa la convencen para que pida un deseo. Es como si Vigga hubiese embrujado a Runa con sus cosas mágicas, pero el deseo se hace realidad...-