Ambientada en la España del siglo XVI, en pleno Renacimiento, la novela narra en primera persona la vida y hechos del reinado de Fernando el Católico en una trama repleta de coraje, intrigas, amores, superstición y luchas intestinas.
Un Fernando II de Aragón y V de Castilla achacoso y viejo, llega a Extremadura para vivir una temporada por recomendación de sus médicos. Y se dispone a escribir sus memorias en la que desmitifica la imagen que cronistas y biógrafos han escrito sobre su primera esposa.
En estas tierras extremeñas continúa ejerciendo como gobernante, atendiendo todos sus asuntos, proyectando nuevas empresas y manteniendo a raya a la nobleza.
Mejorado de sus achaques e impaciente, emprende camino por la geografía extremeña. Su estancia en varias ciudades le hace rememorar los diferentes episodios de su vida desde su infancia en Aragón y Cataluña, la educación e impronta de su madre, su afán por emular las gestas de su héroe que formará parte de su vida como guerrero y como rey, su matrimonio con Isabel de Castilla, las dificultades y logros de su largo reinado, desencuentros, amores clandestinos, hijos bastardos, guerras, descubrimientos, atentados, traiciones, luchas por el poder, su obsesión por tener un heredero con su segunda mujer, por ensanchar las fronteras de sus reinos, las artimañas que empleó para atraer a los nobles, su idea de la diplomacia internacional y dotes diplomáticas, etc.
Su enfermedad se agrava y, huyendo de una predicción, va a morir en una pequeña aldea de Extremadura después de haber cambiado su testamento una vez más.
La novela narra con respeto y fidelidad la figura de este rey, uno de los más brillantes de la historia de España, iniciador de una forma moderna de gobernar.