Un año después de publicar El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (1886), Stevenson inició la escritura de sus Fábulas, que no aparecerían hasta 1896, dos años después de su muerte. La libertad que le proporcionaba no exponer esta obra a la reacción de sus lectores le permitió emplear un estilo más descreído y sarcástico, preciso y elíptico. Borges, que las tradujo al español junto a Roberto Alifano, las definió como "una breve y secreta obra maestra". En 2006, la Universidad de Yale descubrió en los fondos de la colección Beinecke dos nuevas fábulas, El simio científico y El relojero, que esta edición recoge en libro por primera vez, lo que supone un acontecimiento literario. En el prólogo, Alifano destaca que más de cien años después de su publicación, esta obra "nos sigue sorprendiendo como lectores y sigue siendo una enseñanza para quienes aspiran a escribir".