Esta publicación es un testimonio generacional, pues se estudia la arquitectura peruana desde la década de los años ochenta hasta la actualidad. Además, se analiza el rol del arquitecto en la realidad social y cultural en la que se encuentra inmerso.
La relativa prosperidad económica de los últimos años en el Perú ha generado una importante actividad arquitectónica. La "vehemencia" por construir ha volcado a los arquitectos hacia la práctica, sin duda una situación bienvenida tras años de precariedad profesional, pero con una relativa ausencia de la reflexión. En el mundo globalizado de hoy, con la abrumadora preeminencia del mercado como árbitro incontestable del gusto y la moda, con el peso determinante de la oferta y la demanda en el negocio inmobiliario y con la relación de dependencia entre comercio, industria y construcción, urge preguntarse por el papel del arquitecto, por su limitada influencia en las decisiones que determinan la transformación de la ciudad y por la dirección que va tomando, día a día, la arquitectura peruana. Este libro aborda esos cuestionamientos.