Divertidísimo e interesante juego metaliterario en el que el autor Rafael Marín nos propone jugar con la literatura clásica. Sherlock Holmes, según su premisa, existió realmente, y hay una persona que recogió sus hazañas reales en un manuscrito; nada más y nada menos que un joven Charles Chaplin, que le hace las veces de asistente en un delicioso caso que mezcla realidad, ficción, literatura y, sobre todo, imaginación.-