El dragoncillo, de Calderón de la Barca, es una versión irónica de La cueva de Salamanca de Miguel de Cervantes.
Fragmento de la obra:
Acto único
(Salen el Gracioso de villano, Teresa, graciosa, y una Criada.)
Teresa: Huid, marido, que viene la Justicia con grande gente acá, y trae codicia sin duda de prenderos, cumplido el plazo ya, por los dineros que a Gil Parrado a deber quedasteis, de aquellas negras tierras que comprasteis.
Gracioso: ¿Y es verdad, mujer mía, que vienen hacia acá?
Teresa: ¡Qué bobería! Pues si verdad no fuera, ¿para qué os lo dijera?
Gracioso: ¿Fuera gran maravilla dejarla de decir por no decilla?
Teresa: Corred, pues, y meteos en sagrado.
Gracioso: Ya correré, mujer, que Dios loado, ligero so.
Teresa: Pues ¿cómo tan reacio os estáis?