Antes de convertirse en el dictador más famoso del mundo, Kim Jong-Il dirigía el Ministerio de Propaganda y los estudios de cine de Corea del Norte. Era el cerebro tras cada película, el productor y el guionista. Pero él solo no era suficiente, por lo que ordenó el secuestro de la actriz más famosa de Corea del Sur, y su exmarido, director de cine. Ella vivió en una jaula dorada, de la que solo se le permitía salir para los saraos oficiales. Él tuvo que pasar por la "reeducación" en campos de concentración hasta que cedió. Los dos acabaron participando en siete películas, a las órdenes del Querido Líder. Un thriller de no ficción lleno de tensión, pasiones y política, que nos permite adentrarnos en los secretos de este país herméticamente sellado, que nos fascina.