Abrir las páginas de Sidecar supone asomarse al abismo de lo dual. En esta antología de relatos todo nos remite a la cualidad binaria y paradójica de lo posible. Cada relato sirve a la composición de un imaginario muy particular, donde el estilo, siempre sugerente, tanto mece la poética de un texto lleno de matices sensoriales como asesta de pronto una pregunta afilada que, como herida inesperada, permanece abierta.
Nerea Pallares radiografía fragmentos de vida de personajes sutilmente metafóricos o descarnadamente humanos buscando continuamente el contrapunto, el instante que desnaturaliza lo cotidiano y lo revierte para darle un nuevo significado. Una obra de pequeñas dimensiones que nos entrega, a su vez, pequeñas joyas literarias para disfrutar con calma.