Ahora, cuando han trascurrido 84 años de la terminación de la Guerra Civil española, cuando se han cumplido 106 años del nacimiento del autor y quince de su fallecimiento, he decidido dar a la imprenta el manuscrito del diario que redactó. Al publicar el libro, mi esperanza sería que la memoria fiel de lo que sucedió contribuya, por modestamente que sea, a una visión verídica de aquellos dramáticos acontecimientos. El texto comienza el 18 de julio de 1936, con unas escuetas anotaciones ocasionales que, desde junio de 1937, se convirtieron en un verdadero diario de la guerra percibida por él. En sus páginas, el autor recoge una minuciosa reseña de las peripecias, tanto personales como bélicas, que vivió en los frentes del Pirineo aragonés, por los montes de las provincias de Zaragoza, Teruel y Castellón, en el avance del Ejército nacional en dirección a Valencia. El diario concluye en diciembre de 1939, cuando el soldado, ya licenciado, regresó a casa.