Algunos estudiosos han detectado un elemento subversivo en la visión corrosiva que Fernando de Rojas y Francisco Delicado dejaron traslucir, en La Celestina (1499) y La Lozana andaluza (1530), sobre la sociedad cristiana en que tuvieron que vivir. Este libro va más allá de tales sugerencias mostrando, a través de abundantes pruebas textuales, que los dos autores emplearon el libertinaje, la metáfora, la ironía, la parodia, la alegoría y afirmaciones sobre el carácter moral de sus respectivas obras como cobertura para codificar ataques contra la oración cristiana, los santos y los dogmas centrales del cristianismo. Como se comprueba a través de testimonios sacados de procesos inquisitoriales, estos ataques se correspondían con objeciones judías a la fe cristiana.