Daniel odia el nuevo pueblo, Villaflor, odia el nuevo colegio y a los chicos de los que se supone que tiene que hacerse amigo, pero, sobre todo, odia que su padre ya no esté.Entonces, un día el azar lo lleva a la casa de la colina, donde vive la señora Gertrud rodeada de obras de arte. Allí, en la pared de la escalera, Daniel descubre un cuadro de Baltasar Bert, un misterioso pintor que desapareció tras la II Guerra Mundial y que, casualmente, era el favorito de su padre. Parece que nada vaya a superar esta sorpresa, pero, inesperadamente, al día siguiente encuentran muerta a la señora Gertrud.-