Este libro recoge las cartas que Luigi Giussani envió a su amigo Angelo Majo entre 1944 y 1964. En ellas se percibe el amor del joven sacerdote milanés por Cristo y su pasión por comunicarlo a los hombres.
Amor por Cristo y pasión por el destino temporal y eterno de los hombres, que conducirían al nacimiento de Comunión y Liberación. "La virtud de la amistad puede renacer en cualquier lugar, por todo el mundo, con su presentimiento de unidad, con su capacidad de escucha y su voluntad de entrega. Pero cuando lo hace en un terreno cristiano, esta virtud se enraíza sólida y abundantemente, eterna y abrazadora de todo. (...) Fuera de esta tierra bendita, la amistad permanece como ímpetu noble y triste, inquieto por la conciencia de su precariedad" (del epílogo del autor). "
Esta es la enseñanza fundamental de las cartas de don Giussani que publicamos en este volumen; nos persuaden de que el hombre de hoy no necesita cosas nuevas, sino un modo nuevo de ver las cosas de siempre, y este modo nuevo es Jesucristo. Mi gratitud, llena de reconocimiento afectuoso, a don Giussani que sin descanso me lo ha recordado continuamente y, sobre todo, me ha dado testimonio de ello con su vida, con su fascinante y siempre juvenil entusiasmo" (Angelo Majo).