En junio de 2011 Julian Assange estaba viviendo bajo arresto domiciliario en Norfolk (Inglaterra), en casa de unos amigos. Allí recibió al entonces presidente de Google, Eric Schmidt, que había solicitado encontrarse con él. Schmidt se presentó con otras tres personas y durante horas mantuvo una larga conversación con Assange. Hablaron de los problemas a los que la sociedad tiene que hacer frente y de las soluciones tecnológicas que podía ofrecer la red global.
Posteriormente, en 2013, Schmidt y uno de los presentes, Jared Cohen, publicaron un libro fruto de aquella conversación. Cuando Julian Assange lo leyó constató que la versión que daban desde Google de su encuentro distaba mucho de ser precisa, y decidió escribir su propia versión de la charla, Cuando Google encontró a WikiLeaks: "Fue una reunión muy interesante […] Yo estaba bajo arresto domiciliario. Teníamos en ese momento un conflicto muy importante con el gobierno de Estados Unidos, con Hillary Clinton y el Pentágono por la publicación de los cables diplomáticos de Estados Unidos ese año […] me dijeron que Eric Schmidt, el jefe de Google, quería venir a verme. Dijimos que sí, que sería interesante escuchar a esta empresa tan potente e influyente, para ver lo que quería".