En este libro se analizan la construcción y operación de los ferrocarriles de Cúcuta y de Puerto Wilches, los cuales presentan contrastes y paradojas interesantes: de una parte, la línea de Cúcuta a Puerto Villamizar fue un modelo de eficiencia atípico en la construcción de los ferrocarriles del período al ser culminada en los tiempos y presupuestos asignados por ingenieros nacionales, mientras que, por otra, las líneas a la Frontera y al Sur, y el ferrocarril de Puerto Wilches expresaron, en mayor o menor medida, los excesos y defectos de las concesiones ferroviarias de la época. Estos ferrocarriles, asociados a la producción cafetera del oriente del país, reflejaron la esperanza del progreso en el siglo XIX, aunque no siempre esta se hizo realidad debido principalmente al convulso escenario político del Santander decimonónico.