Todos albergamos en nuestro interior dos vertientes, una estática, férrea, inamovible, conceptos procedentes de nuestra genética y que forjan una personalidad. Y por otro lado el dinamismo, aquello que es variable constantemente con los actos de vida y los acontecimientos.
Tratamos siempre de llevar la dinámica a nuestros conceptos estáticos, ésto nos lleva a un estado de incertidumbre.
¿Podemos variar los pilares que sostienen las vertientes de nuestra vida?
¿Podemos borrar conceptos estáticos a través del pensamiento y la racionalidad?
¿Podemos acomodar la dinámica a nuestro camino? Y en definitiva, ¿Podemos diseñar y construir nuestra felicidad?