David Herzog es un oncólogo boliviano que ejerce su profesión en la ciudad de Houston. Sobrepasados ya los sesenta años, hace repaso de su vida al tiempo que nos invita a conocer las particularidades de sus visitas clínicas. Así, mientras somos testigos de las diferentes maneras que tiene el cáncer de cebarse en sus víctimas en función de las características propias de cada paciente, nos adentraremos en las reflexiones existenciales y filosóficas de este doctor, cuya vida se vio truncada el día que su mujer, por culpa de una negligencia médica, quedó en coma para más tarde despertar con graves trastornos físicos y psiquiátricos. Concentrado ya solo en sus pacientes, en sus hijos y nietos, la detención por tráfico de blancas de un colega con quien tuvo una breve relación, lo pone en alerta.