Francisco Ortega Alba escribe con una voz directa, irónica, que baraja mitos, filósofos, conceptos científicos, observaciones precisas del natural, reflexiones lúcidas o desencantadas, puntiagudas y rítmicas. La predicción de la Sibila nos señala y también nos interroga. Entre la búsqueda de la verdad y la búsqueda de un escondite, nos empuja a decidirnos por uno de los dos caminos. Ahí encontraremos un augurio de luz o un augurio de sombra. De nosotros depende cantar lo que conocemos o ignorar nuestra música interna. El poeta nos propone la mejor opción: caminar sabiendo lo que preguntamos y silbando con mordiente sencillez.