La prudencia en la mujer es un drama histórico en torno a las figuras de Fernando IV, el Emplazado, y la reina castellana, doña María de Molina quien se enfrentó a las conjuras de los nobles y consiguió salvar la corona de su hijo.
En 1295 el infante Enrique de Castilla el Senador fue nombrado tutor del rey. Sin embargo, María de Molina consiguió que le fuese confiada la custodia de su hijo.
Tras establecer alianzas con el rey de Portugal y sortear las conjuras de sus enemigos, María logró pactar un matrimonio entre su hijo Fernando y Constanza de Portugal.
Fernando IV ocupó el trono de Castilla entre 1295 y 1312.