Los niños de Prado tienen un secreto que ignoran los adultos: los monstruos, existen. En las brumosas calles del pequeño pueblo un día apareció un aterrador hombre cuervo, pero solo ellos lo vieron. Ningún adulto pudo ser testigo de la extraña aparición. Ningún adulto en Prado vivió atemorizado como ellos, esperando la aparición del monstruo entre las sombras.
Uno de estos niños, al alcanzar la adolescencia, se da cuenta de que sus antiguas pesadillas nunca le han dejado, sino que están volviendo a su vida con más fuerza que antes. Esa situación coincide con la llegada de un hombre joven al pueblo. Ambos descubrirán que las preguntas del presente encuentran su respuesta en el pasado.