"Las hadas creyeron que iban a bailar" es una pequeña saga ambientada entre los últimos años del franquismo y 2003 que narra con ironía y nostalgia la vida de un grupo de madrileños de clase media alta, Rebeca Laval y su diaspórica familia y amigos, en un mundo lleno de grandes expectativas, pero siempre asediado por la adversidad, la traición, los desengaños y los secretos más o menos inconfesables del pasado. La novela es, asimismo, una reflexión sobre la fuerza del destino frente a la voluntad y el deseo, y sobre la memoria y el efecto moral del pasado en el presente.
"Era uno de esos días inciertos que median entre las estaciones; ni otoño, ni verano ya. La luz de la tarde teñía de ámbar el salón y nos sentamos en silencio. En la pared quedaba un hueco blanco con borde negro, como una esquela sin deudos ni epitafio del cuadro que había sido testigo de nuestra infancia. En su lugar tenía un carnet de identidad español, otro de conducir y otro de la Facultad de Filología. Nada significaron para mí durante aquel otoño monótono y ausente. Sin embargo, todo cambió unos meses después, cuando llegó el golpe."