En este estudio la autora propone un acercamiento a la variación lingüística a través del instrumento central de la cognición: la percepción. Se trata de un cambio del enfoque tradicional, centrado en la producción de los hablantes. Fenómenos aparentemente similares tienen distintos valores porque son percibidos de modo diferente. La percepción es tratada como proceso colectivo más que individual, de modo que se establece una conexión entre lo cognitivo y lo social. ¿Hacia qué fenómenos se dirige la percepción?, ¿por qué son percibidos de manera distinta por los hablantes que comparten una misma lengua?, ¿cuál es el criterio, si existe alguno, que rige la percepción? son algunas de las cuestiones abordadas en este volumen. Se mostrará que la percepción no es un mecanismo marginal, sino que desempeña un papel central en la configuración de los fenómenos mismos y, por lo tanto, resulta determinante tanto en la variación cuanto en la invariación de una lengua. El estudio articula la teoría con la praxis. Así en la parte teórica, después de someter a juicio los principales conceptos que han regido la investigación tradicional, se presenta y razona el aparato conceptual ligado a la percepción. Son analizados los diferentes tipos de percepción, su desarrollo y su orientación colectiva en una comunidad, la diversidad perceptiva entre los hablantes de una misma lengua. En la parte empírica se aplican las distinciones propuestas al análisis concreto de los fenómenos más representativos de la variación interna del español en los planos fonológico, léxico y sintáctico. Un subcapítulo final se concentra en la percepción en el contacto por migración, tanto interna como externa entre variedades distintas de la misma lengua.