"Al poco familiarizado con el rigor histórico, es posible que frases de este libro, como 'La Orden de Ermitaños de San Agustín no surgió ni por iniciativa, ni a propuesta de San Agustín', se le antojen un contradiós. Pero los datos mandan. Y estos dicen, en efecto, que 'El Hiponense no es el padre fundador, ni el organizador institucional, ni tampoco el primer prior general de la Orden Agustiniana'. Lo que de veras importa, por tanto, sobremanera en el presente libro de marras, es que se nos cuenten los hechos sin dar tres cuartos al pregonero ni rienda suelta a la fantasía. Y eso es lo que uno entiende que ha sabido hacer Rafael Lazcano en el breve y fino estudio que nos ocupa. El resultado a la vista está. Su intención prioritaria ha sido velar por la objetividad histórica bajo el signo de la renovación y de la perfección, haciéndolo además en aras de la sencillez, de la brevedad y de la claridad. Su lectura de los datos, su análisis de los documentos pontificios, su exposición del eremitismo y de las órdenes mendicantes, así como los recursos al Papa y la respuesta de éste y convocatoria de un capítulo general fundacional, hasta perfilar su identidad a través de gracias, privilegios y exenciones, son entre otros muchos, los argumentos que en estas páginas se pueden consultar" (Del Prólogo, de Pedro Langa Aguilar).