La metamorfosis de los personajes en el núcleo central de la obra y Pilar Sarro ha conseguido trasportarnos hasta estas vidas, "tan normales" que nos hace partícipes de ellas sin apenas darnos cuenta. Dejamos atrás la era franquista de nuestro país, para descubrir las nuevas visiones sobre la vida que ya explotaban fuera de nuestras fronteras.
Mateo, un joven recién licenciado en psicología, no sabe cómo enfrentarse a su vida de adulto. En tanto encuentra un trabajo a su medida, decide ofrecerse como voluntario en una pequeña asociación de atención al indigente. De la mano de una coordinadora y otro voluntario, se adentrará en la noche madrileña, ofreciendo café y bocadillos a las personas sin hogar. En ese contexto se produce el encuentro con una mujer madura, Carmen, en la que creerá reconocer alguien olvidado. A través de las conversaciones entre estos dos personajes, sabremos del pasado de Carmen, desde su nacimiento en un pueblo perdido de la provincia de Teruel, hasta su llegada a Madrid a ejercer su profesión de actriz teatral. En medio, asistiremos a su vida de estudiante en la Sorbona de París, sus primeros trabajos en los teatros parisinos, el rechazo de su familia, o sus amores contrariados. Esos relatos ayudarán a Mateo a sobrevivir cuando su tranquila vida se ve interrumpida con la muerte de su padre; y a Carmen a aceptar que la ayuda de los otros no implica perder la dignidad.