Este libro busca cuestionar la idea de que existe un único campo de la memoria, un campo dicotómico, reducido al forcejeo entre memorias "oficiales y no oficiales", entre organizaciones agonistas que le disputan la versión histórica y los olvidos a la memoria gubernativa. También busca mostrar cómo el campo de las memorias de las víctimas es enriquecido por otras posiciones, entre ellas, no solo las subalternas de los sin voz, sino las sub/alternas, que construyen un afuera de la disputa por el poder central, lo cual genera y deriva en poderes y prácticas culturales alternos. También señala cómo a estas memorias se suman las memorias reservadas, en reserva, a la espera de un momento específico para hacerse un lugar en el campo plural de las memorias. El libro inicia con un capítulo autobiográfico en clave de memoria sub/alterna, realiza una revisión conceptual de la concepción tradicional de la memoria y culmina con la exposición de estas categorías teóricas que ilustran otras posiciones y alternativas en el campo de la memoria. Aquí, no toda memoria que se sitúa aparentemente en una posición tiene garantías de permanecer en ella para siempre.