Tub es un indescriptible personaje que nos cuenta con estilo directo y desternillante una historia que, desde un inicio, reconoce que puede o no puede ser verdad. Sentado a un escritorio y atiborrándose de alcohol y de drogas, describe en hojas de papel una semana de su lejana adolescencia en la que cada escena supera a la anterior en surrealismo, escatología y asombro.
Todo comienza cuando, tras ser agredido por un compañero del instituto y romperse la nariz, se le aparece, de la nada, un pequeño personaje de apenas cinco centímetros llamado Cly, que se convertirá hasta el final de la narración en su inseparable compañero de correrías. A partir de ese instante se ve arrastrado a vivir una serie de estrambóticas experiencias que lo dejarán marcado para siempre.