Hay un ogrito en el colegio que siempre está enfadado, grita y patalea por cualquier cosa. Los niños le preguntan por qué siempre está enfadado, pero el ogrito no lo sabe. Aun así, sus amigos no están dispuestos a rendirse y deciden hacer todo lo posible por ayudar al ogrito que siempre está enfadado, por eso, van a ver a la señora ogresa y al ogro grande para averiguar qué le pasa a su amigo. Luisa Villar nos ofrece en «El ogro que siempre estaba enfadado» una reflexión sobre el ambiente familiar que construimos en los hogares para el crecimiento infantil y sobre la importancia de que este ambiente sea acogedor y pacífico.-