Nos educan erróneamente temiendo a la muerte cuando en esencia es una parte más de la vida, un tránsito, un cambio de ciclo que compartimos todos los seres vivos del universo. Un cambio que, en algunas ocasiones puede suponer para muchas personas una enorme agonía que puede prolongarse de manera cruel e infinita.
Vivir en eterno desconsuelo, sin esperanza, postrado en una cama, no es vivir, es morir; morir lentamente.
Cuando la vida es un martirio el derecho a morir debiese ser deber.
Suena cruel ¡y lo es! Pero es más cruel escuchar los lamentos desesperados de las personas que amas, sin poder siquiera adivinar como conseguir mitigar aquella desesperada angustia que les tortura.
«Este libro contiene un mensaje cabalístico, el año 2024, será muy importante para la humanidad. Según la numerología: los dígitos sumados de este año, dan 8».