Javier Álvarez de la Gándara es un hombre de mediana edad que lo tiene todo, atractivo, dinero, mujer, dos hijas, empleados, fincas, casas, es alguien que se mueve en el ambiente más selecto de Madrid y cuyos lujos son desmesurados…, hasta que un día le anuncian la caída de Lehman Brothers y toda su fortuna se desmorona, tiene que despedir a varios empleados, malvender propiedades e intentar maximizar los recursos en un intento por paliar el drama que supone perder el estatus adquirido, su mujer le abandona (¿o ya lo había abandonado?). Apenas le queda una esperanza, una pequeña inversión en Islandia en la que había entrado años atrás más por el atractivo de sus tierras -cuya desnudez y naturaleza le producen una seducción que no es capaz de explicar, y que además le permite la posibilidad de pescar salmón- que por concebirlo como un negocio prometedor. Aunque pronto esta inversión queda también en entredicho ante la bancarrota del país y la incertidumbre sobre su situación.
Y, sin embargo, Javier se siente el hombre más feliz del mundo, descubre que sus lujos, su dinero, su estatus, no lo es todo cuando conoce a Lucía y empieza una nueva vida en la que redescubre el placer de los pequeños detalles, una nueva vida que le hace mirar el mundo con nuevos ojos y una perspectiva cuyos lujos son pequeñas adquisiciones. Pero en los días siguientes descubrirá que también esta nueva vida puede encerrar caídas.
José Luis de Hinojosa ha construido una ambiciosa novela sobre la pérdida, los pequeños placeres, el amor y la esperanza. Una novela que te atrapa en un canto vitalista y embriagador sobre todo lo que en definitiva llamamos vida.