Guillén de Castro tomó como fuente argumental de El curioso impertinente el Orlando furioso de Ariosto. Considerada una novela dentro del Quijote, también Miguel de Cervantes contó esta historia.
Fragmento de la obra
Jornada primera
(Salen los Músicos y cantan este romance.)
Músicos: "Amor que me quita el sueño
para rendirme sin él,
aunque me le pintan niño
gigante debe de ser."
(Abren la ventana y aparecen el Duque y la Duquesa de Florencia, Camila, dama, y un Camarero del Duque y salen por una puerta Lotario y Torcato, que son los que dan la música, y por otra puerta algunos que salen a oírla, y prosiguen los Músicos cantando.)
"Los minutos de las horas
he contado desde ayer,
y con todo, a las estrellas
les pregunto qué hora es.
¡Qué bueno va el pensamiento
en castigo de que fue
a tus ojos atrevido
y a mis entrañas cruel!
Turbado sube a tu cielo,
y temeroso también,
que el no acertar a subir
es comenzar a caer.
Favor, señora, piedad,
pues en los aires lo ves,
y un cabello de los tuyos
su escalera puede ser.
Abre esas puertas divinas,
que bien puede merecer
quien gradas de cielo pide
que en grados de gracia esté."
(Dicen los que oyen la Música.)
Unos: ¡Oh, qué bien!
Duque: Bien han cantado.
Duquesa: Gusto me ha dado infinito.
Lotario: ¿Qué decís del romancito?