"El estudio no podría ser más minucioso y exhaustivo: nuestro autor sintetiza la historia de la criminología para que entendamos mínimamente la materia tratada, y a continuación estudia el crimen de ficción en cada época, como perfecto reflejo de la sociedad que lo produce." (Revista Prótesis)
"A través de sus páginas, el autor va guiando al lector por diversos aspectos de la sociedad actual, como el cómic, el cine o la psicología, para enseñarle cómo se ha tratado el mundo criminal desde estas perspectivas y, viceversa, para mostrarle cómo el crimen ha influido en la elaboración de películas, en la redacción de libros o en el desarrollo de teorías psicosociales." (Blogspot Hablando de criminología)
"Vemos cómo cambian los conceptos y hasta los gustos en el tema criminal, la censura en determinados momentos y países o lo mal visto que estaba crear ficción partiendo de hechos delictivos. Hubo épocas en que deformidad fue sinónimo de maldad y llegamos hasta la actualidad con crímenes de despacho o de Estado." (Ciberanika)
El crimen impregna la cultura popular y las artes, en algunos casos incluso como tema exclusivo, esta obra recoge por primera vez la incidencia de los criminales en la cultura contemporánea. El debate sobre si las manifestaciones artísticas, los videojuegos, los cómics o el cine provocan un aumento del crimen en las ciudades contemporáneas sigue abierto. Periódicamente se lanzan desde los medios de comunicación preguntas sobre si la cultura popular convierte a nuestros jóvenes en asesinos en potencia. ¿Qué hay de cierto en ello? La única forma de saberlo es recurrir a libros como Mentes criminales que realiza un exhaustivo trabajo de investigación y contrasta, con sencillez y datos rigurosos, la presencia del crimen en los productos de ocio actuales y la presencia del crimen en las calles de nuestras ciudades.