Gerundio es una obra única y no una mera colección de poemas que pretende alcanzar un ritmo, acorde a unas sinfonías que se desvelan entreveradas en los versos, pero que, en su corazón, tiene la vocación de estar quebrado, partido, con el objetivo de, en esa fragmentación formal, denunciar los convencionalismos poéticos, los clichés que amoldan la realidad en significados decadentes y marchitos. Gerundio proclama la recuperación del significante como la fuente performativa del significado, nos invita a acudir a las preposiciones, los gerundios, la reiteración, al sonido puro que subyace latente bajo toneladas de descripciones y abstracciones caducadas. Abrazar la paradoja para comprender que el acto creador elimina lo creado pero que nos aproxima a ello como ninguna otra actividad.