Los almogávares. La expansión mediterránea de la Corona de Aragón relata las vicisitudes de un principado, el catalán, que se encuentra en una difícil encrucijada: discernir si debe fomentar el comercio con tierras lejanas para enriquecerse rápidamente y desbancar a Génova y Venecia de la primacía mediterránea o, por el contrario, formar ejércitos y batirse en continuas luchas con el fin de conquistar los países vecinos para establecer un perdurable imperio en el mar Mediterráneo.
La narración desgaja la expansión de la Corona catalano-aragonesa mediante las vivencias de los almogávares, temibles soldados mercenarios que lucharon por su rey y por su nación, y que devastaron y llenaron de terror las tierras que años atrás habían sido dominadas por personajes como Alejandro Magno y por el imperio romano. Su empuje les permite contemplar las esplendorosas murallas de Constantinopla, luchar contra los turcos, pasear su más feroz semblante por la morada de los dioses en el Monte Olimpo y convertirse en el mejor ejército conocido. Su bravura, la tenacidad y la estrategia de combate, así como su crueldad, son las principales características que llevan a los almogávares a conquistar Atenas y la casi totalidad de la Grecia clásica. Este libro muestra de una manera rápida, exhaustiva y casi novelesca, pero veraz, una época de grandes batallas, de traiciones y asesinatos, de conquistas y de derrotas. En definitiva, es la crónica de la mayor aventura que jamás haya realizado un ejército hispánico durante la alta edad media.