La Famosa comedia de santa Teodora, de Andrés de Claramonte, relata la historia de Teodora. Teodora era una mujer casada que vivía en la ciudad egipcia de Alejandría. Un joven enamorado de ella recurrió a una hechicera que con pócimas y palabras la sedujo.
Tras el incidente la santa tomó ropas de hombre, entró en un monasterio y haciéndose llamar Teodoro admiró a todos con su devoción. Poco después una ventera del lugar la acusó de ser el padre del hijo que había tenido con un viajero.
Sorprendentemente, Teodora aceptó la paternidad del niño, abandonó expulsada el convento, y cuidó de la criatura como si de su hijo se tratase. Pasados unos años, suplicó de nuevo la entrada en el monasterio donde fue admitida con la condición de no abandonar nunca su celda.
Solo tras su muerte se descubrió que era una mujer. Se cuenta que el niño que Teodora cuidó llegó con el tiempo a ser abad del monasterio.