El abuelo Tomatías falleció. Todos están muy tristes, pero Lobo menos que todos, porque antes de morir, su abuelo le enseñó a buscar los rastros de los que se van. Ahora Lobo y su hermana menor seguirán el rastro de Tomatías hasta encontrarlo en la cosa más maravillosa del mundo.
Un libro tierno que nos enseña que las pérdidas no son absolutas, sino parte de lo que somos. Un cuento para recordar que nadie se va por completo.