Baile de la chillona. Agustín Moreto y Cabaña
Fragmento de la obra
Baile de la chillona
(Salen la Chillona y Añasco.)
Añasco: Vuélveme a dar esos brazos
Chillona, a quien la Rubilla
por otro nombre llamaron
los de la Jacarandina.
Doyte el parabién mil veces
de tu buen suceso, y fía
que de la galera sales,
¡a Dios gracias! buena y limpia,
tanto, que para Ocasión
has quedado tan raída
(Cantando.) que no te asirá de un pelo
el oficial de la villa.
Chillona: Como te dejé en la cárcel,
y a la primera visita,
Añasco, te desahuciaron;
juzgué, en buena hora lo diga,
que ya la plaza ocupabas,
racimo de las tres vigas:
(Canta.)
desván de los sombrereros,
de viejo y panadería.
Añasco: Del príncipe el nacimiento
me indultó, que por mi vida
ya no daba un cohombro,
y, aunque, fuera tan bien vista
mi muerte, y quedaba airoso,
(Canta.)
dime, ¿no fuera ignominia,
que se ahorcara un hombre, porque
nazca un príncipe en Castilla?