Mary Ann Evans, George Eliot para la historia de la literatura, nació en 1819 en Chilvers Coton (Warwickshire), hija de un agente inmobiliario. A los ocho años se la consideraba ya «fuera de lo normal» por su peculiar inteligencia y brillantez; a los diecisiete confesaba su agnosticismo, y su padre, que le había dado una rigurosa educación religiosa, la echó de casa.
De hecho, sus primeras obras surgieron a raíz de esa truncada formación: tradujo la Vida de Jesús del teólogo alemán David Strauss y proyectó escribir una historia de la Iglesia desde Jesús hasta la Reforma. Tradujo La esencia del cristianismo de Feuerbach y la Ética de Spinoza y se hizo cargo de la subdirección de la revista Westminster Review, el foro intelectual progresista más importante de su tiempo.
El crítico George Henry Lewes, que la alentó a dedicarse a la literatura, llegaría a ser su compañero: decidieron vivir juntos a pesar de que él estaba casado.
Las primeras novelas de George Eliot, situadas en su Warwichshire natal, tienen cierto aire idílico: Scenes of Clerical Life (1858), Adam Bede (1859), El molino junto al Floss (1860), Silas Marner (1861), aunque algunos insólitos experimentos, como la novela corta El velo alzado (1859; ALBA CLÁSICA núm. XXVIII), anunciaron ya a una escritora de gran ambición y originalidad. Con la novela histórica Romola (1863) inició su etapa de madurez, caracterizada por un realismo de fuerte base intelectual: a ella pertenecen Felix Holt (1866), Middlemarch (1871-1872) y Daniel Deronda (1876). A la muerte de Lewes en 1878, se ocupó de concluir la obra más importante de éste, Problems of Life and Mind. En 1880 se casó con el agente de bolsa John Walter Cross, pero en diciembre de ese mismo año falleció en Londres.